Cómo bien podríamos saber y sino aquí te va una recordada, Hernán Cortés, aquél ambicioso y astuto español, que había participado en las conquistas de Cuba (de las primeras conquistas españolas), se embarcó con cerca de 700 hombres, para salir de la isla cubana e ir más allá tierra adentro de lo que había llegado Córdova y Grijalva (previos exploradores) en la conocida como península de Yucatán. La movida de Hernán Cortés era ilegal, pues el gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, aunque sí le había dado permiso de embarcarse a la aventura y conquista lo cierto es que terminó por retractarse, algo así conocido como el "mi mamá dijo que siempre no". Pero lo hizo tarde, Cortés oliéndose la retractación de Velázquez se embarcó rápidamente con sus seguidores. Y es que Cortés tenía de ambicioso lo que tenía de labioso, y había convencido a muchos hombres de seguirlo, además uso sus ahorraditos, consiguió algunas naves, provisiones, y el 18 de febrero de 1519 zarpó de Cuba sin mirar atrás hacía Yucatán, en busca de descubrimientos y grandes riquezas.
No solo 700 españoles acompañaron a Cortés en su primera expedición. 200 nativos del Caribe, 19 caballos, perros, armas y cañones y mucha carne seca navegó junto al general Español. Gran parte del costo fue financiado por el mismo Cortés.
Una pregunta que debemos respondernos, si ningún español había conocido la ciudad de Tenochtitlán, capital del imperio mexica (azteca), ¿Cómo sabían que debían de llegar a ella? Esto se soluciona cuando entendemos que los nativos de los lugares que los españoles visitaban (la zona de Yucatán y el Golfo de México) contaban de una ciudad extensa en las riquezas la cual a los españoles parecía gustarles tanto. Y es que las ganas de oro de los europeos era tal que fingían tener una enfermedad solo curable con dicho mineral preciado. En la ruta de Cortés hacía Tenochtitlán hubo algunas guerras violentas y pequeñas conquistas, pero seamos claros en que la primera cara que mostraron los españoles fue una de amistad. Se daban regalos (los indígenas daban oro, jade, plumas de aves preciosas, y los españoles algunos zapatos, capas, y espejos, pero espejos bonitos, que si bien eran menos valiosos que el oro también presentaban una curiosidad en los indígenas). Muchos pobladores de los pueblos nativos contaban también a los españoles de como sufrían del embate de los mexicas, los cuales los obligaban a pagar tributos. Esos mexicas no eran nada queridos por los pueblos de los alrededores. La curiosidad de los españoles de conocer aquel pueblo y aquella ciudad que tanto rumoraban los nativos encontrados a su paso crecía cada vez más.
Ahora nos parece una estafa que por oro los indígenas que cambiaron obsequios con los españoles hayan recibido espejitos. Entendamos que dichos espejitos tenían dos peculiaridades que los hacían muy valiosos; una eran sus colores verde y azul símbolos de fertilidad y otra era que eran absolutamente raros, no como el oro el cual ya conocían.
Ahora, si los españoles hablaban castellano y los nativos lenguas como maya y náhuatl, ¿Cómo pudieron ellos entenderse? Era necesario el uso de traductores. Pero ¿Cómo podía haber siquiera un traductor cuando apenas españoles e indígenas comenzaban a encontrarse en esas regiones? Jerónimo de Aguilar fue un náufrago de una expedición española de 8 años antes de la llegada de Cortés. Dicho náufrago llegó hasta la zona maya donde fue esclavizado por un señor maya. Durante esos 8 años, Jerónimo aprendió la lengua maya, así como las costumbres y hábitos de los lugareños. Cuando Cortés y su tropa llegaron a la isla de Cozumel, su primer escala en la península se encontraron con Jerónimo, lo rescataron y lo usaron como interprete. Se dice que cuando Jerónimo de Aguilar vio a los españoles llegar este corrió hacía con ellos, sin embargo su aspecto había cambiado tanto que los españoles no reconocieron que se trataba de uno de ellos. Incluso hay fuentes que relatan que Jerónimo intentó hablarles en español, pero que lo tartamudeaba producto de la emoción y de tantos años hablando en maya. Fue una pequeña biblia que Jerónimo cargaba lo que delató su origen europeo. Sea como sea, Aguilar fue rescatado por Cortés y este le sirvió de gran ayuda, pues pudo traducirle lo que decía la gente en maya, además de explicarle algunos rituales e ideologías de los lugareños.
Jerónimo de Aguilar no fue el único español que sobrevivió al naufragio ocurrido 8 años antes, otro español también lo hizo, sin embargo su destino fue muy distintito al de Aguilar. Gonzalo Guerrero fue su nombre. Guerrero al igual que Aguilar fue esclavo de un señor maya, sin embargo con el tiempo Guerrero se adaptó a la vida de los indígenas, se ganó el respeto de su señor maya e incluso llegó a convertirse en jefe y un militar del lado de los mayas. Se casó y tuvo tres hijos, los primeros mestizos. Por eso se le conoce a Gonzalo Guerrero como el padre del mestizaje. Cuando los españoles llegaron a sus tierras, este no quiso unírseles en su camino. Es por eso que los hispanos le dieron el apodo del "renegado". Años después Guerrero moriría defendiendo a su pueblo como jefe maya. Gonzalo Guerrero no solo tuvo una transformación física, al llenarse de tatuajes, perforaciones, usar un corte de cabello y vestimenta como los mayas del lugar, sino que también ideológicamente cambió de bando a favor de los indígenas. '
Gonzalo Guerrero se convirtió a jefe maya adaptándose a la vida de dicho pueblo. Su aspecto cambió, sin embargo podría ser identificable por la barba abundante, aspecto no muy común entre los indígenas mesoamericanos. ¿Cuál es la razón de dichas diferencias entre Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero? Una teoría que explicaría el diferente destino para ambos náufragos españoles es su vocación. Aguilar era una sacerdote, por lo cual no se casó ni mantuvo relaciones con alguna mujer maya, esto era muy extraño para los mesoamericanos, pues para ellos dedicarse al sacerdocio no era sinónimo de ser célibe. Guerrero por otro lado era un marinero, con mayor disposición para trabajos forzados, mayor fuerza y dispuesto a formar una familia; estos atributos terminaron convirtiéndolo en el primer español en formar una familia con una indígena; el primer mestizaje en América.
Pero bueno, Jerónimo de Aguilar, el español que sí quiso seguir con los españoles, podía traducir del maya al español. Esto era suficiente. Pues la zona de la Península de Yucatán y del Golfo de México era habitada por pobladores de lengua maya. Sin embargo que pasaría cuando se encontraran con habitantes de lengua náhuatl. Recalquemos que comparar maya y náhuatl sería como comparar italiano con ruso, nada que ver uno con el otro. Aquí es donde aparece otro gran personaje e interprete en este proceso histórico: "La Malinche" también conocida como "Doña Marina" cuando es bautizada en el catolicismo o "Malintzin" que se traduce como noble prisionera (el termino tzin en náhuatl es para referirse a alguien noble).
La Malinche le hizo a entender a Cortés sobre los abusos sufridos de algunos pueblos por los mexicas y le sirvió de interprete para pactar alianzas. Dichas alianzas con otros pueblos indígenas significaron la posterior derrota de Tenochtitlán.
El encuentro de la Malinche con los españoles comienza cuando los españoles llegan a las tierras conocidas como Potonchán dentro de la jurisdicción de los mayas donde reinaba el jefe maya Tascoob. Esto en el territorio actualmente conocido como Tabasco. Previamente, recordemos, los indígenas del camino habían recibido amistosamente a los españoles; motivados por la curiosidad y la cautela, los españoles habían respondido de la misma forma. Pero en Potonchán no pasó lo mismo. Después de enemistados encuentros y de que los españoles negaran el marcharse como lo demandaron los de Potonchán, la batalla entre españoles y los mayas dirigidos por Tascoob ocurrió. Este encontronazo se conoce como "la Batalla de Centla" que tiene como característica ser el primer encuentro militar entre los españoles dirigidos por Cortés y mesoamericanos. El desenlace fue positivo para los españoles; armas, caballos y perros de guerra inclinaron la balanza a favor de los europeos. La tradición marcaba hacer ofrendas al bando ganador de la batalla. Los indígenas derrotados ofrecieron a los españoles ganadores riquezas en joyas y plumas de aves, alimentos y 20 mujeres jóvenes. Entre esas mujeres había una muy peculiar: la Malinche. La peculiaridad de la Malinche es que originalmente había nacido en una zona de habla náhuatl y de niña fue vendida como esclava a los mayas de Potonchán. Así que cuando fue ofrecida a los españoles a la edad aproximada de los 19 años ella ya dominaba tanto la lengua náhuatl como la maya. Además de caracterizarse por ser fluida para hablar y de gran entendimiento.
La Malinche se ganó el respeto y admiración de los españoles, ya que esta demostró dominar tanto la lengua náhuatl como la maya. Le demostró al general Cortés que podía serle de gran ayuda. De forma que cuando Cortés y sus seguidores se encontraban con pobladores y jefes de pueblos de habla náhuatl, La malinche traducía del náhuatl al maya y Jerónimo de Aguilar del maya al español. Si no fuera por estos dos personajes históricos, quizá el desenlace hubiera sido distinto, sobre todo por la Malinche, la cual ayudó a Cortés a entender el mundo mesoamericano; ayudándolo a formar alianzas y a evitar peligros.
En la actualidad en México usamos el término "malinchismo" o "malinchista" para referirnos a personas que prefieres otra nacionalidad o tiene afinidad a lo extranjero sobre lo mexicano, pero pobre Malinche, recordemos que México como nación no existía y que ella justamente había sido vendida como esclava por un pueblo del imperio mexica. La Malintzi hizo lo necesario para sobrevivir en su entorno y uso sus habilidades para prosperar y hallar una mejor condición en su persona, poco le importaba ayudar a la caída de un pueblo . Investigadores históricos aseguran que gracias a la ayuda de la Malinche, Hernán Cortés pudo lograr las alianzas con los pueblos indígenas como lo tlaxcaltecas y totonacos, las cuales fueron fundamentales en la conquista. Además en Cholula, donde se les tenía esperada una emboscada a los españoles, fue ella quien pudo descubrirla y advertir a los españoles para que estos no cayeran.
¿Qué hubiera sido de la conquista sin estos interpretes? Seguramente las cosas hubieran sido muy distintas. Sin las alianzas los hombres de Cortés jamás hubieran podido derrotar a los mexicas. Aunque claro está, el arma invisible e involuntaria de las enfermedades, de cualquier manera se acercaba, y las profecías de Moctezuma sobre el fin de su pueblo estaban cercas de cumplirse.
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