RESISTENCIA, la tercera etapa del movimiento independentista

 Retomemos lo que sabemos a hasta ahora; el estudio de la Independencia de México se divide en tres etapas, de las cuales ya hemos visto dos:

Primera etapa: Nace el movimiento de insurgencia, producto de las conspiraciones secretas por criollos inconformes con depender del gobierno español mientras España era ocupada por Francia. Miguel Hidalgo es el líder popular e Ignacio Allende el líder militar. Hay cierto desorden en las tropas conformadas por indígenas y mestizos, además de desacuerdos entre los mismos líderes; Allende, por ejemplo, deseaba buscar una autonomía sin dejar de pertenecer al Imperio Español del todo, Hidalgo por su parte deseaba la independencia total de España. Algunos triunfos ocurren en el centro del país del lado insurgente, sin embargo los principales líderes son capturados y ejecutados.

Segunda etapa: Morelos es su principal protagonista, con Mariano Matamoros, Nicolás Bravo e Ignacio López Rayón. Las principales batallas se libraron en el sur del país. Esta etapa se caracteriza por ser cuando el movimiento toma identidad, gracias al congreso de Chilpancingo, los Sentimientos de la Nación escritos por Morelos y a la Constitución de Apatzingán; es aquí donde se refleja la ideología liberal, el deseo abiertamente expresado de independencia y el esfuerzo de crear un gobierno propio. El movimiento termina con la aprehensión de Morelos, máximo general, y su ejecución.   


TECERA ETAPA

Negro Panorama

Esta etapa de la Independencia de México se le conoce como la resistencia. Con la muerte de Morelos y los últimos triunfos del ejército realista por parte del general español Félix María Calleja los ánimos del movimiento insurgente cayeron mucho. Incluso el virrey en turno llamado Juan Ruiz de Apodaca,  ofreció indultos (perdones) a jefes insurgentes con la condición de que se rindieran; hubo muchos que aceptaron tal salida, pues la desorganización de la insurgencia estaba acabando con ellos. Los que no aceptaban rendirse eran atacados con mucha fuerza por el ejercito realista, llevados a juicio y ejecutados. 


Juan Ruiz de Apodaca, apodado "el venadito", fue nombrado virrey, su estrategia fue ofrecer dos caminos a los insurgentes; el indulto, perdonando a los rebeldes o la total persecución y la mano dura.      






El retorno del Rey

Recordemos que una de las razones de todo la agitación política de las colonias españolas fue porque el rey Fernando VII fue expulsado y encarcelado por los franceses de Napoleón Bonaparte. Es curioso que mientras las colonias españolas vivían un movimiento de independencia de España, los españoles hacían lo mismo en su país, pero ellos lo hacían de los franceses. En el año de1808 fue cuando Francia tomo a España y no fue hasta 1814 y con la ayuda de los ingleses que España logra retomar su independencia. La ausencia de un rey Español, también fue aprovechada por españoles, y nos referimos a los liberales, los cuales como muchos criollos estaban influenciados por ideas ilustradas. En 1812 varios lideres politos liberales de España se congregan en Cádiz, España y crean una Constitución conocida como la Constitución de Cádiz, Constitución de 1812, o como la Pepa (es que ese era el día de San José). Estas nuevas leyes demandaban que el poder no podía caer solo en el rey y que debía haber división de poderes, de igual manera otorgaban derechos y libertades a los pobladores, y lo más fuerte es que unificaba a todos los reinos del Imperio Español en una sola nación, es decir que con esa Constitución todos nos volvíamos españoles, de tal manera que los derechos de la Constitución de Cádiz también eran válidos para los pobladores de Nueva España. 

Aunque la constitución era valerosamente liberal, todavía había aspectos que discutirse, y es que querer gobernar como una sola nación un país que estaba en tres continentes distintos (España, en Europa, las colonias americanas en América y Filipinas en Asia) no era cosa fácil. Sin embargo este documento sin duda era muy esperanzador. 





Este es Fernando VII, quien fue apodado "el deseado", la razón es que el pueblo español lo veía como símbolo de resistencia frente a los franceses y deseaban su regreso como rey. Sin embargo, como dice el dicho, "cuidado con lo que deseas, pues puede cumplirse". 



Cuando el rey Fernando VII vuelve a España, y los franceses son retirados, parecía el mejor momento para comenzar a pulir las leyes de la Constitución de Cádiz, sin embargo una de las primeras acciones del recién regresado rey fue anular esta constitución; ya que sencillamente aunque a la población en general le convenía dichas leyes, a la nobleza absolutista no.

El regreso del rey Fernando VII fue una mala noticia para los insurgentes en América, pues este declaró de total ilegalidad los gobiernos y ejércitos creados por la insurgencia y mando tropas y generales para darle más fuerza al ejército realista. Con el retorno del rey el sueño liberal tanto en España como en las colonias parecía peligrar de muerte.   

Jefes caídos

Reforzados los ejércitos realistas y con la corona española con total atención a lo que ocurriera en sus colonias, muchos líderes insurgentes cayeron siendo ejecutados, o presos en el mejor de los casos (bueno, según se vea). José Sixto Verduzco, López Rayón y Nicolás Bravo fueron algunos de ellos. 

Está también el caso de Javier Mina, un libertador de origen español que llegó a la Nueva España simpatizando con la causa insurgente, debido a que en Londres conoce al fraile Servando Teresa de Mier quien había sido exiliado de Nueva España por ser uno de los iniciadores de la independencia. Javier Mina participa en la expedición militar hecha por criollos venida desde Estados Unidos con el propósito de ayudar a la lucha insurgente. mina entra por Tamaulipas y junto a Pedro Moreno obtiene varias victorias en la parte norte y centro del país. Sin embargo es derrotado en el Bajío cerca de Guanajuato, y tanto Moreno como Mina son ejecutados.




Francisco Javier Mina, fue un liberal español, que quiso ayudar con la causa independentista en la Nueva España, al ser convencido por Fray Servando Teresa de Mier. Su llegada daba esperanzas al movimiento de independencia, sin embargo pronto sería derrotado en el centro del país.


Pareciera que las insurgencias liberales cada vez son más opacadas y destruidas, las esperanzas del movimiento eran pocas y estaba depositadas en Vicente Guerrero, Pedro Asencio y Guadalupe Victoria, quienes se negaban a rendirse y se encontraban escondidos en el sur.

Guerra de guerrillas 

Guerra de guerrillas es el termino militar usado para cuando un ejército es menor a otro, por lo tanto este evita los enfrentamientos directos y se limita a resistir y atacar de forma astuta; con emboscadas, saqueos, cortos de suministros, robos, ataques sorpresas, etcétera. De modo que el ejército más numeroso aunque no es derrotado totalmente si sufre un desgaste. Fue pues este el mecanismo impulsado por Guerrero quien se limitó a resistir, a atacar en guerrillas, y a esperar un milagro. Todo esto fue principalmente en el sur de México, sobre todo en el estado que ahora lleva su nombre. El éxito de Guerrero y su ejército como resistencia fue gracias a su conocimiento geográfico de la zona sur del país. De modo que aunque parecía que los insurgentes de sur estaban muy lejos de ganar, también parecía muy lejano el día en que pudieran ser derrotados. 





Vicente Guerrero, a diferencia de muchos líderes insurgentes no era criollo, se dice que posiblemente era mulato. Se convirtió en el último generalísimo del movimiento insurgente, peleando y resistiendo en el sur. Manteniendo la esperanza independentista.    



El milagro que buscaba Guerrero

Desde sus inicios como insurgente en la etapa de María Morelos, Vicente Guerrero se mostró como un gran militar, inteligente y culto y poseedor de una gran liderazgo, el cual cosechó algunas importantes victorias. Cuando el camino por las armas parecía muy desventajoso para los insurgentes o al menos no parecía que les iba a traer el triunfo, Guerrero uso otra arma, quizá más fuerte e imbatible: la palabra. Sí, con pluma en mano se dedicó a escribirles cartas a los generales encargados de combatir contra él. En sus cartas los invitaba a unírsele a él y con eso formar la Independencia, ninguno aceptaba su oferta, incluso le contestaban diciéndole que mejore él fuera quien se rindiera. Sin embargo pronto Guerrero encontraría una respuesta más favorable a la intendencia de otro realista; Agustín de Iturbide. Pero eso será ya en la cuarta etapa; conocida también como la Consumación de la Independencia.  

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