Consumación de la Independencia
La tercera etapa Entre los años 1816 y 1820, el movimiento insurgente con sus máximos comandantes y líderes presos o fusilados, perdía mucha fuerza. Desde el extranjero llegaron refuerzos como el de Javier Mina, pero estos intentos fracasaron ante el ejército realista, que con el regreso de Fernando VII a la corona española, había retomado más poder. Estaba el caso del líder insurgente Guadalupe Victoria, que había perdido sus territorios conquistados en Veracruz, y ahora con su poder disminuido y sin ejército se hallaba escondido en la selva, sobreviviendo como un forajido. El único camino que le quedó al ejército insurgente (bueno a lo que quedaba de él) fue la pura resistencia; esto sobre todo en la zona sur del país, con Vicente Guerrero a la cabeza. Guadalupe Victoria, aunque ya no contaba con el ejercito ni el mando de antes se negaba a rendirse ni a aceptar el indulto del virrey Juan José Ruiz de Apodaca, así como muchos otros líderes insurgentes como López Rayón y Nicolás Br